Según la viceministra, Estados Unidos, que "estaba enfocado en sus propios intereses políticos y no tenía un deseo sincero de lograr un resultado", perdió la "oportunidad dorada" de llegar a un acuerdo durante la cumbre de Hanói que se celebró a finales de febrero y terminó sin conseguir resultados.
De esta manera, la viceministra norcoreana confirmó que la disputa había ocurrido durante la última ronda de negociaciones, comentó Konstantín Asmólov, empleado principal del Centro de investigaciones coreanas del Instituto de Lejano Oriente de la Academia Rusa de Ciencias, en un artículo para Club Valdái.
Al mismo tiempo, entre los que estropearon la situación mencionó no solo al asesor de seguridad nacional, John Bolton, sino también al secretario de Estado, Mike Pompeo.
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"Esta es una confirmación indirecta de que Estados Unidos presentó de repente unas propuestas adicionales que no se habían mencionado anteriormente, y no fue Trump quien lo hizo. Choe enfatizó en que los dos líderes todavía tienen una buena relación", comentó Asmólov.
No obstante, según Asmólov, "Kim se da cuenta de que es poco probable que el sucesor de Trump, quienquiera que sea, continúe el diálogo y no está claro cuánto tiempo estará Trump en el poder. Por lo tanto, Kim no lo entregará todo enseguida, porque nadie puede darle garantías de seguridad y estabilidad".
Al mismo tiempo, el experto señaló que esto no quiere decir que las negociaciones entre Kim y Trump se hayan agotado. De acuerdo con Asmólov, hay tanto razones para seguir las negociaciones, como cierto nivel de confianza entre los dos líderes.
"En unas condiciones ideales, ese proceso podría durar años, de hecho, poniendo el conflicto en pausa. Sin embargo, la presión de las circunstancias externas está aumentando y puede prevaler. Por lo tanto, la probabilidad de romper o ralentizar el ritmo de la construcción pacífica en la península y en la región no es nula", advirtió el analista.
Mientras tanto, Andréi Lankov, especialista en Corea del Norte, opinó en su artículo para Club Valdái que Pyongyang "no solo quiere, sino ansía continuar las negociaciones con EEUU" y buscar un compromiso.
"Por lo tanto, parece que la RPDC decidió recordarle a EEUU que, en ausencia del deseo de los estadounidenses de continuar las negociaciones y hacer concesiones razonables, Pyongyang podría volver a crear problemas considerables para Washington", resaltó.
Según el experto, con las palabras de Choe Son-Hui, la parte norcoreana está insinuando que la moratoria sobre las pruebas nucleares y lanzamientos de los misiles balísticos puede ser levantada.
De vuelta en el juego: ¿se prepara Corea del Norte para lanzar sus misiles contra EEUU? https://t.co/5AbYD9LtbL
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 8 марта 2019 г.
"Teniendo en cuenta el papel que juega la moratoria en la propaganda política interna de Trump y sus partidarios, el lanzamiento de un misil intercontinental podría ser una sorpresa desagradable para la Casa Blanca y sacudir fuertemente los niveles de popularidad de Donald Trump", comentó Lankov.
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"Son las negociaciones el verdadero objetivo de Pyongyang. Pero hay que recordar que el propósito de estas negociaciones no es el desarme nuclear, sino algún tipo de acuerdo que comprenda una limitación de las armas nucleares a cambio de unas concesiones políticas y económicas", explicó Lankov.
Por lo tanto, según el experto, las declaraciones de Choe Son-Hui son un intento de presión diplomática, que tiene como objetivo llevar a Trump a la mesa de negociaciones.
"Están intentando decirle al presidente estadounidense que su tendencia a escuchar a los partidarios de la línea dura (Bolton en primer lugar) y su falta de voluntad para ceder podrían costarle muchos problemas. El tiempo mostrará si Donald Trump es capaz de entender la indirecta", concluyó Lankov.