"A partir del cambio de Gobierno (en diciembre de 2015), hay un proceso de una política fiscal regresiva en la cual el Estado se ha desfinanciado en favor de los capitales financieros y concentrados", sostuvo el legislador de la coalición opositora Frente para la Victoria.
"Ese desfinanciamiento lo ha solventado con deuda del exterior, por eso en el término de tres años el Gobierno se ha endeudado en 150.000 millones de dólares", observó Salvarezza.
La deuda pasó así de representar el 50% del Producto Interior Bruto (PIB) al 90% en la actualidad, "batiendo todos los récords de endeudamiento y desde el principio con altas tasas de interés que había que pagar al sector privado", comentó.
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Con la corrida cambiaria entre mayo y septiembre del año pasado, que llevó a que el peso argentino se depreciara un 84,6% frente al dólar, el Gobierno decidió recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), que le concedió un crédito de 56.300 millones de dólares hasta 2021.
El Ejecutivo acordó como contraprestación reducir a cero para este año el déficit fiscal primario, que no cuenta los intereses de deuda, cuando en 2018 fue del 2,4%.
"Esto implica un ajuste en moneda argentina de 450.000 millones de pesos (10.975 millones de dólares), lo que tiene un costo social enorme en aras de programas de trabajo, educación pública y salud", puntualizó Salvarezza.
Reformas e industria
El Gobierno también estableció ese año una reforma tributaria que modificaba impuestos internos y gravaba la renta financiera.
"Esto ha impactado fuertemente en las políticas públicas, sobre todo en áreas sensibles como educación, salud, proyectos de ciencia y tecnología", señaló el legislador.
Para aumentar la recaudación y reducir el déficit fiscal, las autoridades volvieron sobre sus pasos e impusieron nuevamente retenciones a las exportaciones, pero no solo de cereales sino de todos los bienes que se venden al exterior.
"Tenemos pymes (pequeñas y medianas empresas) en crisis y despidos en plantas industriales sin que la eliminación de los controles a la importación haya servido de nada, porque Argentina no aumentó exportaciones y no produce más", observó el diputado.
Más allá de los sistemas estructurales que no había corregido el Gobierno anterior, el Ejecutivo actual tampoco afectó la obligación de repatriar los ingresos que se obtienen por la exportación, "de modo que hay especulación de si se traen o no de acuerdo al precio del dólar", añadió el legislador.
Ajustes en el presupuesto
En este escenario, hay al mismo tiempo un desfinanciamiento de la ciencia y la tecnología, lo que ha impactado en el desarrollo de la industria satelital local.
En salud y en educación los recortes son respectivamente del 2,2 y del 20% entre 2018 y 2019, mientras los servicios de deuda aumentaron un 47% desde 2015, añadió el legislador.
Por otra parte, "el Gobierno trata de fomentar empleo pero lo flexibiliza, lo que no contribuye al trabajo de calidad en un país en el que el trabajo no formal es del 40%", reseñó.
Por último, hay una fuga de capitales por la liberalización del sector financiero que no ha evitado una gran evasión fiscal pese a que hay controles más estrictos.
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Esa fuga de divisas se realiza "en base a la entrada de capitales golondrinas, responsables también del endeudamiento" de Argentina, concluyó.
El III Encuentro con Congresistas por la Justicia Fiscal se celebra desde el martes 19 hasta este miércoles 20 en el Congreso de México, con la participación de distintos legisladores de la región.