En un informe presentado este 19 de marzo en Ginebra, la Unesco y ONU-Agua aseguran que tres de cada diez personas siguen privadas de acceso al agua potable y seis de cada diez de instalaciones seguras de saneamiento.
El estudio constata además que dentro de los países existen importantes diferencias de acceso, especialmente entre ricos y pobres.
Los expertos señalan que se incrementan los conflictos por los recursos hídricos. Entre 2000 y 2009 se produjeron 94 conflictos por el agua, y entre 2010 y 2018 se alcanzaron los 263.
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El informe alerta que si continúa la degradación del medio ambiente y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales, para 2050 estará en peligro el 45% del PIB mundial y el 40% de la producción mundial de cereales.
"Las poblaciones pobres y marginadas se verán afectadas de manera desproporcionada, lo que agravará aún más las desigualdades", indicó Gilbert Houngbo, presidente de ONU-Agua y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
El informe, remarcó Houngbo, "destaca la necesidad de tomar medidas tanto en las políticas como en la práctica para abordar las causas de la exclusión y la desigualdad".
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En el documento se subraya que el acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano vital para la dignidad de todos y si hoy no se toman medidas firmes, el mundo no podrá garantizar acceso universal al agua y al saneamiento, sin discriminación, hacia 2030.