El tiroteo registrado el miércoles en la escuela estatal Profesor Raul Brasil es la evidencia de que el gigante sudamericano es actualmente "un país enfermo desde el punto de vista social y político" y de que las políticas del Gobierno de Jair Bolsonaro incitan al uso de armas, consideró el experto.
Para el analista, Bolsonaro es responsable de este clima debido a que, desde su campaña electoral, levantó la bandera de "armar a la población para combatir al crimen".
"Él mismo dice que no duerme sin su arma a su lado y en unos de los actos de campaña enseñaba a una niña cómo hacer el gesto de tener un arma para matar a los bandidos", señaló.
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Si bien el propio presidente no cometió los crímenes, Carvalho considera que los "estimula" con su retórica. A partir del caso, el senador bolsonarista Major Olimpio dijo durante una sesión parlamentaria que la tragedia se hubiera minimizado si en el centro educativo hubiera habido una persona con porte legal de un arma.
Para Carvalho, las palabras de Olimpio ponen en evidencia "el ambiente que se está viviendo en Brasil".
Enquanto as armas forem ilegais, apenas os ilegais terão armas! Fracasso e safadeza da "farsa da política desarmamentista" que armou criminosos e impediu a legítima defesa. Mais uma triste tragédia que mostra a necessidade da redução da maioridade penal. Bandido não tem idade.
— Major Olimpio (@majorolimpio) 13 de marzo de 2019
Otros casos de tiroteo en América Latina
El tiroteo registrado el tiene una decena de antecedentes en países de Latinoamérica en los últimos años. Entre ellos se destaca el ocurrido el 7 de abril de 2011 en una escuela de Río de Janeiro, en el que murieron 13 personas.
También en 2011, pero en setiembre, un niño de 10 años asistió con un arma a su escuela en Sao Caetano do Sul y disparó contra su maestra de 4° grado. La mujer resultó herida y el niño se autoeliminó más tarde.
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En 2004, Argentina vivió su peor masacre en un centro educativo, cuando el adolescente de 15 años Rafael Solich disparó con una pistola 9 milímetros contra varios de sus compañeros. Tres de ellos murieron y otros cinco resultaron heridos. El adolescente fue detenido e internado en un hospital psiquiátrico.
Guatemala, por su parte, ha registrado cuatro tiroteos en centros educativos entre 2012 y 2018, con un saldo total de tres muertos y cinco heridos.