"Estábamos sirviendo comida y empezaron los tiros, los niños entraron en pánico; abrimos la cocina y empezamos a colocar al mayor número de niños dentro, cerramos todo y les pedimos que se acostaran en el suelo; fue muy desesperante, porque había muchos tiros y mucho pánico", contó en declaraciones al portal de noticias G1.
"Yo arrastré el refrigerador y el congelador para hacer una barricada y nos pusimos detrás, a la mesa le dimos la vuelta e hicimos un escudo para proteger a los niños", comentó la trabajadora, que remarca que si los dos atacantes hubieran entrado a la cocina la cifra de muertos sería mayor porque había mucha gente.
El 13 de marzo por la mañana, dos jóvenes de 17 y 25 años, exalumnos de la escuela Raul Brasil de Suzano, entraron en el colegio disparado indiscriminadamente.
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Mataron a dos empleadas y cinco alumnos de entre 15 y 17 años y se suicidaron cuando se sintieron acorralados por la policía.
El número total de víctimas es de ocho porque antes de atacar la escuela, los dos atacantes balearon al tío de uno de ellos para robarle un vehículo.