"Yo creo que es importante estar bien con uno mismo, yo pienso que la felicidad, que también es fortaleza física, es un estado de ánimo, estar bien con nuestra conciencia y con el prójimo, si a uno le gusta lo que hace", dijo el mandatario en vísperas de cumplir este domingo sus primeros 100 días en el cargo.
"Es un trabajo muy satisfactorio, como el de periodista de buscar la verdad (…), es lo mismo el trabajo de un dirigente político: ponerse al servicio de los demás, poder servir y tenerle un profundo amor al pueblo, y poderlo llevar a la práctica", respondió el presidente que asumió el cargo el 1 de diciembre pasado.
En 100 días, el Gobierno trató de atender al mayor número de ciudadanos con "los grandes programas de bienestar", que repartirán unos 15.000 millones de dólares, de los casi 25.000 millones de dólares del presupuesto federal de 2019.
Mencionó que ocho millones de adultos mayores, jubilados y discapacitados tendrán una pensión duplicada a unos 130 dólares.
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Otra decisión que destacó es que cuatro millones de jóvenes de educación media tendrán una beca, y el programa para desempleados "Jóvenes Construyendo el Futuro" permite a empresas contratarlos como aprendices con subsidios que suman 2.200 millones de dólares.
Los resultados comenzarán a percibirse a mediados de este año 2019, prometió, "porque no es fácil la instrumentación de programas para que le llegue el apoyo de manera directa al beneficiario, que no sea a través de intermediarios".
Esa decisión es una de las más polémicas, porque cientos de organizaciones civiles recibían subsidios para guarderías, refugios para mujeres víctimas de violencia; y otros proyectos que fueron cancelados.
Esa medida es calificada por sus detractores como "un mecanismo de clientelismo político".
López Obrador gobernará México hasta el 1 de diciembre de 2024.
"Tiempo de transformación"
López Obrador considera que México está "viviendo un tiempo especial de transformación; venimos de un régimen autoritario, insensible, corrupto".
Citó la frase bíblica de que "el pueblo de México tiene hambre y sed de justicia, eso es lo que está pasando hoy, hay muchísimas demandas y peticiones porque se abandonó al pueblo; hay grandes y graves problemas nacionales", afirmó.
López Obrador se considera a sí mismo un político "liberal" en sentido clásico, frente al "conservadurismo" que no desapareció luego de su gran fracaso en el siglo XIX "cuando fueron a buscar a un príncipe (el emperador Maximiliano de Habsburgo) y nos invadieron" los franceses.
Sin embargo, el jefe del Poder Ejecutivo se preguntó: "¿va a ser eterno lo nuestro? No, no, y no puede ser así", se respondió.
No obstante, acotó que "afortunadamente aquí, por algún tiempo, vamos a tener izada la bandera liberal".
Lo que falta
Entre los asuntos pendientes por resolver, López Obrador mencionó "el grave problema de la falta de atención médica", porque "eso que llaman Seguro Popular, ni es seguro, ni es popular, no hay médicos, no hay medicinas, es una asignatura pendiente", admitió.
En materia penal "hay gente que lleva de cinco a 10 años en la cárcel, sin ser sentenciado, como no tienen una buena defensa los tienen ahí sin razón, las cárceles tienen a mucha gente inocente", lamentó.
Y con la nueva Guardia Nacional de 50.000 policías federales, militares y policías espera garantizar la seguridad pública contra la ola de violencia, su mayor desafío.
Una reforma para crear esa corporación autoriza que los militares sigan en las calles hasta 2023: "es un cambio importante, un giro, la Guardia Nacional va a proteger al ciudadano", aseguró.
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Finalmente, dijo que "es mejor prevenir la corrupción que castigarla", al explicar que es necesario "empezar por los de arriba para acabar con la simulación".
López Obrador ganó las elecciones con poco más 53% de votos, pero su aceptación creció a 78% según una encuesta del periódico El Financiero.