"Una nueva Constitución no debe descartarse, pero podría dejarse para el porvenir, cuando entreguemos la estafeta a las nuevas generaciones", dijo en su discurso en el Teatro de la República en Querétaro, donde se promulgó la carta magna actual el 5 de febrero de 1917, al final de la Revolución Mexicana que estalló en 1910.
López Obrador aludió así a la "cuarta transformación" que su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se propone conseguir, de la misma magnitud que los cambios profundos resultados de las guerras por la independencia de España, por la reforma que separó la Iglesia del Estado, ambas en el siglo XIX, y la mencionada revolución campesina y agrarista de principios del siglo XX.
"Pero pensamos que no hay condiciones para eso, porque tenemos otras tareas que consideramos más importantes y se optó por propuestas de reformas a la actual Constitución", acotó el dirigente de la izquierda nacionalista, de 65 años.
No te lo pierdas: López Obrador apuesta a la neutralidad en Venezuela para distanciarse de Trump
El titular del Ejecutivo, que asumió el cargo el 1 de diciembre pasado, apuntó que su Gobierno impulsará tres reformas claves a la Constitución, que ya ha sufrido decenas de modificaciones en un siglo.
Para consolidar la democracia, "tenemos que acabar con los fraudes electorales, que no se compren lo votos, que no se utilice el presupuesto para beneficio de ningún candidato", de tal forma que otorgue "mucha fortaleza moral" al país, prosiguió el jefe de Estado.
En la ceremonia solemne que se celebra cada aniversario, el presidente preguntó sobre la nueva viabilidad republicana que otorga la democracia mexicana.
"Lo sucedido el 1 de julio fortaleció la grandeza de México al interior y hacia afuera; tenemos que dejar establecida la democracia como sistema político y como forma de vida", puntualizó aludiendo la fecha en que ganó las elecciones, con más de 53% de sufragios.
La Constitución mexicana de 136 artículos, afirma el mandatario, es considerada la primera carta magna "social" del siglo XX.