"Espero que no tenga lugar una 'primavera argelina', como en otras partes de esa región, más bien corremos el peligro de ser testigos de una 'primavera militar', pero, ¿a qué precio?", declaró el politólogo.
Para el experto está muy claro que en ese país no sucede nada sin el Ejército, por mucho que "los abogados, los periodistas, los artistas y los estudiantes de Argelia critiquen la corrupción, el caos económico y, sobre todo, el sistema mafioso".
"Se trata de un verdadero cardenal gris que desempeña una función clave, de un asesor especial imperceptible, pero no menos eficaz y muy influyente, de la administración del líder argelino, que domina todos los partidos que juraron fidelidad al presidente: el Frente de Liberación Nacional [FLN], la Reagrupación Nacional para la Democracia [RND], el Movimiento Popular Argelino [MPA] y la Agrupación Esperanza de Argelia [TAJ]", destacó el politólogo.
Para Lombardi, en el país hay otros dos "clanes": el Ejército y los servicios especiales, que están controlados, respectivamente, por el jefe del estado mayor, de 79 años y viceministro de Defensa, Ahmed Gaid Salah, y el general Athmane Tartag, de 69 años, alías Bashir, jefe del Departamento de Seguridad de Estado.
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El experto indicó que tampoco se puede olvidar al primer ministro del país, Ahmed Ouyahia, que representa uno de los polos de ese Gobierno, los que, "a pesar de las diferencias, desacuerdos, rivalidades, la lucha de influencia y el juego de alianzas", le brindan cierta estabilidad al sistema.
"Todo se discute y se decide tras los bastidores entre Said Buteflika, Ouyahia, Tartag, Salah y el mundo de los negocios", subrayó.
Para organizar una transición política, el experto apuesta por realizar unas elecciones bajo la promesa de crear una Asamblea Constituyente, luego realizar un referendo para aprobar el proyecto de la nueva Carta Magna y llevar a cabo unos nuevos comicios parlamentarios.
"Para plasmar todo eso, el Ejército debe elegir y apoyar, con cuidado de no desacreditarlo, a un candidato adecuado, serio e 'independiente', por ejemplo, al ex general Ali Ghediri [de 65 años]", señaló el politólogo, agregando que considera eso muy difícil porque el oficial se apartó "del sistema" y no deja de criticarlo, aunque con eso se ganaría puntos entre la oposición.
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El segundo escenario consiste, según Lombardi, en un empeoramiento consciente de la situación, que haga ver que los militares son los únicos que pueden salvar al país del caos, "como en Egipto".
Buteflika, quien gobierna Argelia desde 1999, anunció el 3 de marzo en una carta que competirá por el quinto mandato en las elecciones del 18 de abril, aunque también dijo que, de ser elegido, convocaría una conferencia nacional seguida de nuevos comicios a los que ya no se postularía.
El mensaje fue difundido en medio de rumores de que el mandatario de 82 años está muy crítico, "casi en coma", según una fuente del canal libanés Al Mayadeen.