La cueva "Balamkú ayudará a reescribir la historia de Chichen Itzá, en Yucatán. Los cientos de artefactos arqueológicos, pertenecientes a siete ofrendas documentadas hasta ahora, se encuentran en un extraordinario estado de preservación", comentó Guillermo de Anda, director del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM) de exploración subacuática del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el lunes en una conferencia de prensa.
De Anda contó que fue uno de los primeros en entrar en la cueva, tras arrastrarse por horas en los estrechos túneles que llevan a ella.
"No podía hablar, comencé a llorar. He analizado restos óseos en el Cenote Sagrado (de Chichén Itzá), pero nada se compara a lo que sentí al entrar, solo, por primera vez en esa cueva", comentó a periodistas.
De los restos de cerámicas que se pueden observar en las siete ofrendas, destacan al menos 200 incensarios, que tienen grabada la representación del dios del agua, Tláloc.
Los incensarios y vasijas conservan restos carbonizados de alimentos, semillas y huesos, entre otros elementos, que serán utilizados para datar el hallazgo y determinar los rituales llevados a cabo por los mayas.
Te puede interesar: La verdadera escala de la civilización maya, al descubierto gracias a la tecnología de punta
En un video publicado por la revista National Geographic se puede ver a los arqueólogos arrastrándose por los estrechos túneles hasta llegar a artefactos antiguos, algunos de ellos rotos y otros cubiertos por estalagmitas.
De Anda explicó que por el momento no se han realizado excavaciones en la cueva.