Ese es un rasgo positivo, pues subraya la extrema relevancia que tiene para todos sus integrantes la resolución de la crisis venezolana. Pero el Grupo, conscientemente o no, está profundizando la división de Latinoamérica, y agrietando las diferencias entre naciones hermanas, al seguir un guion impuesto que no ha sido escrito por ellos mismos sino por Estados Unidos, un país que no forma parte del colectivo.

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El apartado undécimo del comunicado del Grupo recoge un llamamiento expreso a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana —el Ejército de Venezuela— para que reconozca al autoproclamado presidente Juan Guaidó como su comandante en jefe y, en consecuencia, retire su apoyo a Nicolás Maduro. Aquí se encuentra el meollo de la cuestión, pues la oposición, a pesar de todas sus manifestaciones ciudadanas, no ha conseguido todavía que los militares den la espalda al actual inquilino del Palacio de Miraflores.
"Maduro tiene suficientes armas, lo importante es que tenga generales fieles" https://t.co/Rn834PYZ6L
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) January 30, 2019
El párrafo número 13 lanza un requerimiento a aquellas naciones que todavía mantienen "vínculos de cooperación" con el chavismo. Es un mensaje, sin nombres concretos, dirigido especialmente a México y Uruguay, dos Estados latinoamericanos que mantienen una posición de neutralidad en este conflicto larvado y que han sido vituperados por eso mismo desde distintas instancias. El Grupo de Lima les solicita que apoyen "el proceso de transición democrática", es decir, que desautoricen a Maduro, de quien exigen "la salida inmediata" del poder como paso previo a la celebración de los comicios presidenciales.
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El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, presente en la reunión ministerial, hizo unas declaraciones muy interesantes, que seguramente levantarán polvareda. En primer lugar, el representante de Jair Bolsonaro recordó que el Grupo de Lima tiene como principio básico que la solución sea pacífica y por medios diplomáticos. También puntualizó que Estados Unidos no forma parte del Grupo de Lima.
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Esas declaraciones de Mourao no han debido sentar muy bien en los centros de poder de Pekín y Moscú, sobre todo teniendo en cuenta quién era el emisor, uno de los cinco países integrantes del BRICS, esa asociación económica pancontinental de naciones emergentes. ¿Tendrán consecuencias esas palabras en la próxima cumbre del BRICS que debe celebrarse este año precisamente en Brasil y más concretamente en Curitiba, la capital de Paraná? Todavía es pronto para pronunciarse.
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Pence pidió expresamente a "México, Uruguay y las naciones del este del Caribe" que se unan a las tesis de Guaidó y vertió un claro reproche a su vecino del sur cuando enfatizó que en la crisis de Venezuela "no puede haber espectadores". Es evidente que Washington está comprometiendo la independencia, en materia de política exterior, del Gobierno mexicano presidido por Antonio Manuel López Obrador.
Las palabras de Pence son el fruto de esa manía recurrente de Washington de dar órdenes a otros Estados para salvaguardar sus propios intereses, incluso a costa de promover acciones que, sin duda, desatarían un incendio incontrolado en toda la región latinoamericana.
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LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK