"El uso indiscriminado de minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados ha aumentado en 287% el número de víctimas en Colombia", lo que significa que el número de afectados por esos elementos "casi se triplicó" entre un año y otro, indicó el organismo a través de su cuenta de la red social Twitter.
La revelación del incremento forma parte del informe anual sobre la violencia en Colombia que publicará en los próximos días el CICR, que no dio más detalles al respecto.
El uso indiscriminado de minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados han aumentado en 287% el número de víctimas en Colombia.
— CICR Colombia (@CICR_co) 27 февраля 2019 г.
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Entrevista vía @elespectador pic.twitter.com/4OQc1a9Mc5
En una entrevista con el diario local El Espectador, el delegado del CICR en Colombia, Christoph Harnisch, precisó que en 2017 la organización contabilizó 57 víctimas, mientras que en 2018 la cifra aumentó a 221.
"Es una situación muy preocupante porque vemos que los artefactos explosivos están afectando más a civiles que a militares, esta es una tendencia nueva muy negativa", dijo Harnisch.
En 2018, el número de víctimas de minas artefactos explosivos casi se triplicó.
— CICR Colombia (@CICR_co) 27 февраля 2019 г.
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Según el funcionario, en 2018 se registraron 21 víctimas de restos explosivos, es decir, municiones sin explotar o abandonadas, asociadas al Estado, y 199 víctimas de artefactos explosivos improvisados, que antes eran de uso exclusivo de la antigua guerrilla de las FARC (hoy convertida en partido político de izquierda) y que en la actualidad son empleados por el grupo rebelde ELN, facciones paramilitares y bandas criminales.
"No hay muchísimas minas antipersonal, pero sí dos problemas mayores: uno, las municiones no explotadas, utilizadas por la aviación colombiana para bombardear posiciones de la guerrilla, y artefactos explosivos improvisados" que "ahora están siendo utilizados por todos los actores armados", dijo al respecto el funcionario.
Los departamentos más afectados son Norte de Santander (nordeste), donde se ha incrementado en un 800 por ciento el número de víctimas, y Nariño (suroeste), que ha tenido un incremento del 600% en víctimas con respecto a 2017, precisó Harnisch.
Por último, destacó que debido a la existencia de esos artefactos explosivos en varias regiones de Colombia, hay comunidades enteras confinadas y con restricciones en su movilidad.
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