En respuesta a una solicitud de libertad de información sobre la muerte de un soldado del SAS, el sargento Matt Tonroe, que fue asesinado junto con dos soldados estadounidenses en Siria en marzo del año pasado, el ente ha confirmado que las fuerzas especiales británicas han participado en la guerra contra el grupo terrorista ISIS (proscrito en muchos países, incluida Rusia — ed.), escriben Tim Ripley y Richard Kerbaj.
No obstante, en diciembre de 2015, una votación parlamentaria solo aprobó los ataques aéreos, y se dio garantía gubernamental de que "no se desplegarían tropas británicas en las operaciones de combate terrestre dentro de Siria".
"Las fuerzas británicas integradas en las fuerzas armadas de otras naciones operan como si fueran el personal de la nación anfitriona, bajo la cadena de mando de esa nación", ha comentado el Ministerio.
Esto permite a las fuerzas especiales británicas trabajar en estrecha colaboración con el destacamento estadounidense Delta y los SEAL —equipos de mar, aire y tierra de la Armada de EEUU—, explica el artículo.
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