Los investigadores de la historia de la desaparición del oro de los zares rusos creen que en los tiempos de la revolución, una parte significativa se exportó a Japón a cambio del suministro de armas para el ejército del almirante Alexandr Kolchak, quien entró en las crónicas históricas como líder del movimiento Blanco durante la guerra civil en Rusia (1917-1922).
Durante diez años, el grupo de investigadores estuvo buscando datos históricos que confirmaran esta historia con la ayuda de la compañía estadounidense Pinkerton en los archivos de la institución Hoover, la Universidad Stanford, la Liga de las Naciones —que dispone de la información sobre préstamos internacionales— y el archivo del Ministerio de Exteriores de Rusia.
Entre los documentos, que se logró encontrar, Masarski menciona un acuerdo ruso-japonés sobre un préstamo y el recibo del coronel japonés Isome por aceptar 22 cajas de oro del general Pável Petrov, jefe de la retaguardia del ejército de Kolchak.
Además, los investigadores descubrieron una tabla de ingresos anuales de metales preciosos de Yokohama Specie Bank, que constata un ingreso considerable en el año 1919.
"Pero existe el hecho histórico de que Kolchak fue fusilado en febrero de 1920 por los bolcheviques. Mientras que el acuerdo financiero ruso-japonés se firmó en octubre de 1919. Es bastante obvio que Japón simplemente no tuvo tiempo para entregar las armas a Kolchak", explicó Masarski.
Según el investigador, en Japón también hay huellas del oro ruso.
"Tenemos información de que en Japón hay una copia de las minutas de la reunión de 1927 de los directores ejecutivos del Yokohama Specie Bank —actualmente, The Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ—. Esta copia indica que los activos de oro valorados en 50 millones de yenes fueron otorgados al Gobierno japonés. Pero Japón no extraía oro".
El experto explicó que Kolchak envió el oro de los zares precisamente a Japón porque una gran parte del Ejército Blanco se encontraba en Siberia y el Lejano Oriente. "Probablemente, desde esos lugares, fue más fácil enviar el metal precioso en vagones por el Ferrocarril Transiberiano a Vladivostok y de allí por mar a Japón".
En Rusia, continuó la guerra civil, por lo cual el poder no era estable. "La cuestión del oro podría haber surgido oficialmente solo en 1925, cuando la URSS y Japón firmaron un acuerdo sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas, pero el nuevo Gobierno no la planteó", señaló el experto.
En los años 90, Mark Masarski y el profesor Sirotkin informaron de sus hallazgos al Ministerio de Exteriores de Rusia. Pero, según el interlocutor de la agencia, el entonces jefe de la diplomacia rusa, Andréi Kózirev, opinó que la historia del 'oro de Kolchak' no contribuía a la mejora de las relaciones ruso-japonesas.
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"En cuanto a Japón, creo que este país siempre está listo para cumplir los términos de cualquier tratado, pero en 1920 Kolchak fue asesinado. Es posible que la parte japonesa considerara que, debido a la muerte del cliente, simplemente no podía haber ninguna reclamación financiera. A veces, las reclamaciones mutuas se resuelven mediante préstamos e inversiones. (…) Esta opción no se descartará en las relaciones ruso-japonesas, si la cuestión del oro perdido alguna vez se plantea a nivel diplomático", concluyó Mark Masarski.