"Estamos haciendo lo posible para asegurar la liberación de los rehenes [un malasio y dos indonesios] de las manos malvadas del grupo Abu Sayyaf, pero nos mantenemos firmes en nuestra política de no pagar rescate", dijo Panelo, citado por el canal CNN Philippines.
El portavoz agregó que "si cediéramos a las demandas de los terroristas y otros grupos que están fuera de la ley, podrían comprar más armas y se sentirían envalentonados para llevar a cabo actividades extremistas y criminales".
Tres pescadores —uno de Malasia y dos de Indonesia— fueron secuestrados a principios de diciembre pasado en las aguas próximas a Tawi-Tawi, al suroeste de Filipinas. De un vídeo publicado a mediados de este febrero, se desprende que están en manos de Abu Sayyaf que amenaza con decapitarles, si no se paga un rescate.
Fundado a principios de los años 1990, Abu Sayyaf perpetró en 2004 el peor atentado en la historia de Filipinas al volar un transbordador, segando 116 vidas.
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En mayo de 2017, Abu Sayyaf y otro grupo yihadista, Maute, lanzaron un ataque contra la ciudad de Marawi, capital de la provincia filipina de Lanao del Sur. Las tropas gubernamentales tardaron cinco meses en aplastar esta ofensiva.
Ambas organizaciones están vinculadas al ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en varios países, incluida Rusia).