La deuda pública empezó a crecer ya durante el Gobierno de Barack Obama. Durante 8 años de su presidencia la deuda del país norteamericano aumentó de 10,6 billones de dólares hasta 19,9 billones.
La periodista rusa Natalia Dembínskaya considera que en la mayor parte este incremento se produjo porque el Congreso y Administración de Barack Obama aprobaron un paquete de medidas para estimular la economía debilitada después de la crisis de 2008.
Trump y su promesa
Durante la campaña electoral Trump insistió en una entrevista con el periódico The Washington Post que sería capaz de deshacerse "durante dos mandatos" de la enorme deuda que en aquel entonces llegaba a más de 19 billones de dólares.
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"Ahora podemos observar un proceso completamente contrario: durante el Gobierno de Trump la deuda ha crecido a una velocidad récord que no ha sido registrada en los últimos seis años", enfatiza la periodista en su artículo para la versión rusa de Sputnik.
Según la agencia Bloomberg, desde que el magnate ocupa el cargo de presidente, la deuda estadounidense creció en 1,9 billones de dólares. Para el fin de su mandato se espera que crezca en 4,4 billones de dólares.
El factor que empuja la deuda al alza
"Los economistas afirman que la deuda seguirá creciendo ya que la situación con el presupuesto de EEUU está empeorando", enfatiza la autora.
Durante el año financiero de 2018 el déficit presupuestario de EEUU creció un 17% hasta alcanzar 779.000 millones de dólares, este máximo no había sido registrado desde 2012.
La Oficina de Presupuesto del Congreso espera que este año el déficit presupuestario aumente un 15,1% hasta situarse en 897.000 millones de dólares. Se prevé que en 2022 el déficit supere un billón de dólares y nunca baje por debajo de este nivel a partir de 2029.
"Para disminuir su déficit presupuestario Washington tendrá que endeudarse cada vez más. Como consecuencia, la carga de deuda amenaza con volverse incontrolable", escribe Dembínskaya.
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En verano de 2018, el congresista estadounidense Andy Biggs advirtió que EEUU podría entrar en bancarrota en 8 o 10 años.
Otros problemas graves
Según la agencia Bloomberg, el principal fondo fiduciario que está detrás del programa Medicare —que incluye asistencia médica para ancianos y gente discapacitada— se agotará en 2016.
"Como resultado el Gobierno tendrá que pagar beneficios sociales directamente del presupuesto. Este desenlace destruirá todo el sistema financiero de EEUU o hará desplomar su sistema de seguridad social. Ambos escenarios amenazan al país con una catástrofe a gran escala", opina Dembínskaya.
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El periódico USA Today destaca que el actual crecimiento de deuda fue causado en su mayor parte por la aprobación de la reforma fiscal de Trump y al aumento de gastos para realizar los programas militares. Como consecuencia, la nación aumentó la deuda en más de un billón de dólares en los últimos 11 meses.
La reforma fiscal firmada en diciembre de 2017 preveía disminuir la tasa impositiva corporativa del 35% hasta el 21%.
Según Dembínskaya, la carga de deuda incrementada recaerá sobre las próximas generaciones de EEUU.
El presidente estadounidense afirma que la mejora de la situación con acuerdos comerciales ayudará a reducir el déficit comercial de EEUU y acelerará su crecimiento económico.
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Un estudio del Banco Mundial reveló que el techo de deuda para todos los países es del 77,1% del PIB. Si la deuda de un país supera este nivel, cada punto porcentual costará a su economía 0.0174 puntos porcentuales del económico crecimiento anual.
A su vez Dembínskaya destaca que una gran deuda pública complicará el acceso del Gobierno Federal de EEUU a nuevos créditos y contribuirá al aumento de gastos en caso de una nueva recesión.
"Otros países y mercados de todo el mundo ya dudan acerca de la solvencia del Gobierno de EEUU", concluye la autora del artículo.