Los analistas llevan hablando sobre el milagro económico chino durante más de una década. La transformación paulatina de su economía planificada a una de mercado, la conservación del sistema político y las reformas forman parte del así llamado 'enfoque gradualista', opina Lin Yifu, que hoy en día es el director del Instituto de Nueva Economía Estructural de la Universidad de Pekín.
"La ventaja de las autoridades chinas radica en el hecho de que comprenden bien la situación de su economía. Rastrean mensualmente todas las tendencias para entender el estado real de las cosas. China renueva los datos dinámicos cada trimestre, cada semestre y cada año", declaró Lin Yifu en una entrevista a Sputnik.
Esta táctica permite al Gobierno tomar medidas urgentes en cuanto registre algunos cambios negativos. Así ocurrió con el problema de acumulación de deuda por parte de los gobiernos provinciales.
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"Cuando las autoridades chinas anunciaron una campaña de lucha contra el apalancamiento, también aprobaron una reforma estructural que preveía liquidar las capacidades productivas exorbitantes, reducir la acumulación de mercancías, disminuir su coste y llevar a cabo el desapalancamiento", enfatizó.
El desapalancamiento es el proceso que implica la reducción de la carga de créditos contraídos por los gobiernos locales. Según el interlocutor de Sputnik, en este proceso hay que temer a los así llamados 'cisnes negros'.
"Antes los gobiernos provinciales podían tomar créditos a través de las plataformas de inversión especiales. Ahora se les permite emitir sus propios bonos de construcción e intercambiarlos directamente en préstamos en los bancos", explicó.
Según el experto, los bonos de construcción son a largo plazo, mientras que los créditos se les conceden a corto plazo. De esta manera, los gobiernos provinciales se ven obligados a refinanciar constantemente su deuda.
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"Sin embargo, las autoridades centrales de China observan atentamente la situación real en la economía. Si las primeras señales de una crisis aparecen en alguna parte, el Gobierno las neutraliza. Esta es la razón por la que las crisis no se han producido en el país asiático durante 40 años", destacó.
Los expertos occidentales aseguran que el gigante asiático ya no podrá estimular su economía desacelerada con ayuda de métodos antiguos.
Según varios economistas occidentales, hoy en día el volumen de créditos ha alcanzado cifras exorbitantes. Muchos gobiernos provinciales llegaron hasta el punto de que no son capaces de hacer frente a su deuda sin hablar de incrementar la carga crediticia.
Lin Yifu opina que todos estos analistas exageran artificialmente el problema crediticio. De acuerdo con él, la carga de deuda en China es considerablemente más pequeña que en los países occidentales.
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"Las deudas contraídas por las autoridades centrales y locales no superan conjuntamente el 60% del PIB. Es un nivel muy bajo según las normas mundiales. Con todo eso, al centro se le atribuye tan solo el 17% de esta deuda (…)", aseguró.
El interlocutor de Sputnik explicó que China tiene un modelo de inversión principalmente distinto que el utilizado por los países occidentales. En Occidente los créditos se utilizan para satisfacer necesidades sociales: subsidios de paro, seguridad social.
"En China los créditos se usan para invertir recursos en infraestructuras: autovías, vías férreas de alta velocidad, aeropuertos, áreas urbanizables. Es decir, las inversiones están aseguradas por activos que rinden beneficios. Además, estas inversiones estimulan el crecimiento económico", enfatizó.