Poco antes el canal CNN aseguró que el abadejo ruso, que cuesta menos que ese tipo de pescado producido en EEUU, logró ganar una parte del mercado estadounidense equivalente a 200 millones de dólares, información que Ríkov catalogó de falsa.
"Existe la probabilidad de que el Gobierno de los EEUU decida introducir un arancel contra la importación de abadejo ruso (…), esa mercancía, si cierran la frontera, podemos enviarla a Europa o a la misma China", dijo el funcionario.
Pescado en las aguas frías de Rusia, antes de llegar a EEUU, ese primo del bacalao se procesaba en China.
Tras la implementación de aranceles del 100 por ciento contra las mercancías chinas, los productores estadounidenses pensaban que se eliminaría la ventaja de precio que disfrutaba el pescado de origen ruso, pero la medida resultó altamente beneficiosa para las empresas de Rusia.
Según Ríkov, unas nuevas tarifas, esta vez en contra de Rusia, afectarían solo los suministros directos de abadejo, que alcanzan unas 500 toneladas anuales, ya que el resto de la mercancía entra en el país norteamericano bajo marcas chinas.
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