"La declaración es altamente insolente, lo que respaldan los países de la UE que están en este grupo (…) pretende desconocer la soberanía de Venezuela ordenando unas elecciones que no tienen atribución alguna para ordenar y que ya fueron realizadas el 20 de mayo de 2018", dijo Aranguibel a Sputnik.
Las elecciones del 20 de enero de 2018, en las que el presidente Nicolás Maduro fue reelegido, fueron consideradas "fraudulentas" por la oposición, que es mayoría en el parlamento, por la mayoría de los países de América y por la UE.
El GIC acordó además buscar los mecanismos necesarios con autoridades venezolanas para permitir la entrega "urgente de asistencia de acuerdo con los principios internacionales de ayuda humanitaria".
Aranguibel consideró que la declaración del GIC se ajusta a los planes de desestabilización de Estados Unidos contra el Gobierno de Maduro.
La declaración fue adoptada por Uruguay, la UE, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido.
Bolivia, aunque decidió seguir formando parte del GIC, no firmó el documento, y México decidió no integrarlo, aunque tomó parte de la reunión.
Mogherini dijo que la UE está en condiciones de abrir una oficina en Caracas tan pronto como la semana próxima para coordinar la entrega de ayuda humanitaria en Venezuela.
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Aranguibel, quien también es periodista e investigador, desestimó la propuesta de la UE sobre ayuda humanitaria, pues en su opinión esa asistencia solo busca propiciar una invasión.
Maduro dijo este viernes que la ayuda humanitaria es parte de un show para afectar la soberanía de su país.
El jefe de Estado dijo no estar de acuerdo con la declaración del GIC pero aseguró estar dispuesto a recibir a sus emisarios.
El GIC decidió crear una misión técnica, cuyos integrantes aún no han sido designados, con el objetivo de viajar a Venezuela y contactar a todas las partes.
El 23 de enero, el titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó se proclamó "presidente encargado" del país ante una manifestación opositora en las calles de Caracas, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura.
Maduro calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado.
Varios gobiernos de la región desconocieron a Maduro y expresaron junto a EEUU su apoyo a Guaidó.
México y Uruguay se abstuvieron de hacerlo, ofreciéndose a mediar para una solución política.
Bolivia, China, Cuba, Irán, Rusia y Turquía reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.