La iniciativa de Uruguay y México "permitió a un conjunto de actores de la comunidad internacional que tienen una preocupación real y sincera por la democracia, los derechos humanos y por la paz, tratar de establecer mecanismos para facilitar el diálogo", explicó Civila.
El diputado insistió en que Uruguay y México sólo ofrecen un espacio para que la situación pueda canalizarse a favor del pueblo, que es lo que interesa a todos los que participan de este esfuerzo de diálogo.
"Aspiro a que esta instancia también haga reflexionar a los que desde cualquiera de las posiciones están inflexibles. Nosotros necesitamos disposición a dialogar y para ello es preciso moverse de las posiciones originales, porque si cada cual permanece en sus trincheras, el diálogo no ofrecerá resultados".
El diputado del FA llamó a creer en el diálogo, apostar a él y a aportar con las mejores iniciativas y condiciones para que fructifique, sin negarse de antemano.
Si el diálogo no fructifica, Civila auguró que se puede avecinar una realidad "muy oscura". "La situación está cada vez más polarizada, hay una escalada de violencia compleja y hay actores que están interviniendo en cuestiones que pertenecen al pueblo de Venezuela, y esto para la región y para el mundo es una amenaza muy fuerte y por eso no podemos permanecer indiferentes", concluyó el diputado.
Sputnik también conversó con el analista argentino Julio Burdman, doctor en Ciencia Política e investigador de la Universidad de Buenos Aires, quien manifestó una visión menos optimista sobre este camino de diálogo que se lleva a cabo en la capital uruguaya.
"Estos países neutrales proponen una suerte de prescindencia frente a la situación venezolana y sostienen mecanismos de intermediación. Pero creo que no va a haber diálogo posible porque las posiciones están muy radicalizadas y ambos [Maduro y Guaidó] van por ganar sobre el otro", señaló.
La declaración final de la reunión de Montevideo del GIC fue firmada por Uruguay, la UE, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido.Bolivia, aunque hace parte del GIC, no suscribió el documento, mientras que México participó del encuentro pero decidió no integrar el Grupo de Contacto.
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