El jefe de la Red Siria de Derechos Humanos, Ahmad Kazem, comunicó que el grupo terrorista Frente al Nusra está preparándose para usar cloro contra civiles en la ciudad de Jan Sheijun, en la gobernación siria de Idlib.
"Tenemos la información de que los contenedores con cloro serían utilizados en un ataque contra civiles en esa región o en algún otro lugar", dijo Kazem en declaraciones a Sputnik.
"Hace unos días, varios contenedores con cloro fueron trasladados desde la localidad de Yisr Al Shugur (gobernación de Idlib) hasta Jan Sheijun, para lo cual se utilizaron dos ambulancias de los Cascos Blancos", detalló Kazem.
También comunicó que representantes de los Cascos Blancos llevaron equipos de vídeo a varios hospitales en Idlib para filmar un falso ataque químico del cual responsabilizarían a Damasco.
El Gobierno ruso ya expresó su preocupación por los propósitos de las facciones terroristas de realizar nuevos montajes de ataques químicos en Siria.
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La semana pasada la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, constató que los terroristas en Siria no abandonan sus intentos de escenificar el uso de armas químicas contra la población.
Rusia desmontó el año pasado varios vídeos difundidos por los Cascos Blancos sobre supuestos ataques químicos en Siria que Estados Unidos, Reino Unido y Francia usaron como pretexto para bombardear el país árabe.
El propio Gobierno sirio cataloga a los Cascos Blancos como una fachada del grupo terrorista Frente al Nusra que ahora se hace llamar Hayat Tahrir al Sham.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a organizaciones terroristas.
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Tras la derrota del grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), a finales de 2017, pasaron a primer plano la normalización de la situación política, la reconstrucción económica y el regreso de los refugiados a Siria.
Según datos de altos cargos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en las hostilidades en Siria.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo el patrocinio de la ONU, y la de Astaná, auspiciada por Rusia, Turquía e Irán.