Los salvadoreños están llamados a elegir a su nuevo presidente el próximo domingo 3 de febrero. Nayib Bukele, un joven empresario de origen palestino, intentará aprovechar el favoritismo que le atribuyen las encuestas para obtener un triunfo rotundo en primera vuelta. "Bukele se inició con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), es decir, con una agenda progresista. Luego rompió con el partido y terminó aliándose con GANA, una formación de derecha. El favoritismo se entiende porque es una persona joven, por haber sido alcalde de la capital y porque la gente lo ve como una persona nueva. Los partidos más tradicionales, de derecha y de izquierda, no han hecho reformas estructurales que hayan permitido a la gente salir de la pobreza. Eso es fundamental. La gente busca un candidato comprometido que haga de éste un país vivible", destacó Amparo Marroquín Parducci, doctora en filosofía e investigadora del Departamento de Comunicación y Cultura de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
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Para la académica salvadoreña, la violencia endémica y la frágil situación económica explican el ascenso de Bukele y la pérdida de votos de los dos partidos tradicionales, el FMLN y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que han alternado la presidencia desde 1989.
"Si ves las estadísticas, El Salvador es el país con más homicidios y más femicidios. Un país controlado por las pandillas. El presidente Salvador Sánchez Cerén optó por la mano dura y medidas policiales de mucha persecución, que afecta a miembros activos de maras y pandillas y muchas a veces a jóvenes de barrios populares que son estigmatizados. Las pandillas saben que son actores políticos importantes y que pueden presionar a través de la violencia en las calles", sostuvo.
"En Colombia estamos en el tercer gobierno de Álvaro Uribe"
Pablo Beltrán, jefe de la delegación del Ejército de Liberación Nacional(ELN) en Cuba para las negociaciones de paz con el gobierno de Colombia, insistió desde La Habana con "una salida pacífica al conflicto", pese al sangriento atentado perpetrado por el grupo guerrillero en una escuela de policías en Bogotá el pasado 17 de enero.
"En Colombia estamos en el tercer gobierno de Álvaro Uribe, y él ha dicho que no le interesa la paz. La respuesta del gobierno es que el ELN sangre, debilitarlo y ahí retomar el diálogo. Nosotros ofrecimos una tregua en navidad y año nuevo y ellos siguieron atacando. Nosotros persistimos acá para que se retomen los diálogos. Ellos no vienen y escalan los ataques en nuestras zonas. En ese contexto es el ataque del ELN", justificó Beltrán el ataque.
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Por último, Beltrán se refirió al asesinato de referentes populares en su país.
"El régimen colombiano no tiene voluntad de sacar la violencia de la política. No va a dejar que las fuerzas de oposición social se consoliden como una fuerza política alternativa que llegue al poder. Por eso es la matanza de líderes sociales y defensores de los derechos humanos", concluyó.
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