Con 2.500 soldados muertos desde la invasión de Afganistán en 2001, Estados Unidos acaba de anunciar un escenario favorable para las negociaciones, que implicaría el retiro de sus tropas del país asiático.
"Hace unos años había 130.000 soldados, se llegó a reducir a 7.000, en la actualidad hay 15.000 soldados norteamericanos y Trump dijo que retiraría unos 8.000. Pero creo que una dotación importante tiene que quedar para la estrategia de EEUU", dijo a Sputnik el analista internacional argentino Guadi Calvo, al valorar como poco probable que este repliegue se produzca en el corto o mediano plazo.
El anuncio del retiro parcial llevaría como contrapartida que los talibanes acepten negociar una solución al conflicto en una misma mesa con el Gobierno local, algo que rechazaron históricamente por considerarlo "un títere" de EEUU.
Por esta situación el entrevistado pone en duda la viabilidad de una negociación, ya que "en el Talibán hay divisiones internas y no creo que todos acepten una conversación directa con el gobierno".
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Diversos analistas e informes sostienen que la administración de Donald Trump considera que la presencia en Afganistán cuesta demasiado para los nulos resultados alcanzados.
"El Talibán ganó la guerra. Literalmente es un nueva derrota para los EEUU. A partir de la invasión de 2001 la presencia del Talibán se redujo hasta desaparecer. Sus combatientes se fueron a sus aldeas, pero de manera continua empezaron a volver a ganar territorio y hoy controlan 65%", indicó Calvo.
"Afganistán es un nuevo Vietnam para los EEUU. De hecho es la guerra más prolongada que ha librado en su historia. No creo que haya sacado ningún rédito; ni siquiera puede explotar el petróleo", afirmó.
Además de la baja relación costo-beneficio, Calvo consideró que la potencia norteamericana tiene ahora otras prioridades. "La voluntad de Trump creo que esta en reconcentrar sus fuerzas en América Latina, con Venezuela a la vista".