Liderados por EEUU, varios Estados reconocen al opositor Guaidó —presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela— como jefe provisional del Ejecutivo en el país caribeño. Washington anunció el congelamiento de las cuentas gubernamentales registradas en territorio estadounidense y el traspaso a manos de la oposición venezolana. Lo mismo hizo Reino Unido con las reservas de oro del país caribeño en Londres, pero ¿ayudan estas decisiones realmente al pueblo venezolano?
"Nadie sabe lo que ellos van a hacer con ese dinero, lo que sí está claro es que no va a ser usado para mejorar la situación económica del país. En tanto la oposición no tenga el control desde el orden público, se puede decir que la ausencia de ese dinero pondrá la situación económica más difícil", aseguró López-Levy.
A juicio del catedrático, la "estructura paralela" de Guaidó podría verse beneficiada con este nuevo poder económico. Es posible que lo utilice para sustentar sus propias estructuras, pagando embajadas en el exterior, "o cabilderos que refuercen su posición en la Unión Europea, EEUU y algunos países de América Latina".
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Sin embargo, la situación económica del país podría verse más afectada, lo que "cambia el panorama para peor".
López-Levy destacó cómo muchos Gobiernos, lejos de asumir una actitud conducente al diálogo, han apoyado a Guaidó en una avalancha de ilegalidad y de irrespeto al Derecho Internacional. "Una cosa es no reconocer al Gobierno de Nicolás Maduro y otra es reconocer como Gobierno la estructura paralela de Guaidó", aclaró.
"Insisto en la importancia de la propuesta uruguayo-mexicana, que fue hecha desde la búsqueda de una solución negociada. Siempre va a ser más difícil, va a tomar más tiempo, pero no incluye un ultimátum para una parte y no toma como definitiva la buena voluntad de un sector sino que impulsa a una negociación", explicó.
"Por su parte, EEUU y Reino Unido se han saltado la barra con el respaldo a una agenda insurreccional", aseguró el experto.
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En medio de este caos, López-Levy señaló la postura de instituciones regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) que, en lugar de mitigar el conflicto y promover el diálogo, han tomado partido en la situación venezolana.
"Hay también una parálisis de instituciones como la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) que está colapsada y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que ya no recuerda nadie", dijo López-Levy.
Sin embargo, el profesor indicó que al parecer "el tren de la polarización ya ha partido y a esta hora nadie puede decirle con seguridad quién va a prevalecer, pero de seguro, el gran perdedor es el pueblo venezolano", concluyó.
