"Gazprom ha culminado el estudio y hoy se ha culminado la negociación del contrato (…), que luego de ser aprobado por la Asamblea Plurinacional [parlamento] entrará en vigencia en uno o dos meses", dijo el presidente de la estatal YPFB, Oscar Barriga, durante una presentación de planes a medios de comunicación.
El convenio con Gazprom ha sido anunciado varias veces desde 2017, inclusive confirmado en junio del 2018 durante una visita del presidente Evo Morales a su par ruso Vladímir Putin en Moscú, cuando el Gobierno boliviano dijo que solo faltaban "detalles" para la puesta en marcha del plan.
El presidente de YPFB explicó este 28 de enero que la negociación del contrato no se detuvo en ningún momento, sino que resultó prolongada porque dependía de la finalización de los estudios que realizaba la compañía rusa en Vitiacua, un campo de gas ubicado en la región sudoriental del Chaco.
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Vitiacua, una de las dos áreas concedidas por YPFB a Gazprom bajo acuerdos de estudio, tendría un potencial de producción de al menos 12 millones de metros cúbicos diarios, o un quinto de la producción total actual del país, que es destinada en gran parte a la exportación.
"El estudio ha concluido (…), el contrato firmado irá a la Asamblea y el inicio de la operación será posterior a su aprobación y protocolización", añadió Barriga, sin confirmar si habrá un acto formal de firma del acuerdo.
Esas inversiones, la mayor parte en exploración, apuntan a garantizar el potencial exportador de Bolivia para las próximas décadas, dijo el ejecutivo.
Bolivia, que tenía a fines del 2017 una reserva probada de 10,7 billones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, exporta ese producto a Argentina y Brasil en volúmenes que promedian en conjunto unos 45 millones de metros cúbicos diarios.
Esas exportaciones han sido en la última década la principal fuente de divisas del país y se prevé que alcanzarán en 2019 un valor cercano a los 3.000 millones de dólares.