El documento señala que "el piloto al mando también estaba estresado y petrurbado emocionalmente", pues percibía que la copiloto "cuestionaba su reputación de buen instructor". "Ello, a la par con el hecho de que ambos pilotos dejaron de atenerse al procedimiento operativo estándar en la etapa crítica del vuelo, contribuyó a la pérdida de conciencia situacional al apreciar la desviación de la aeronave con respecto a la radial prevista, lo que les impidió ver la pista", consta en el informe.
Un avión de US-Bangla que realizaba el vuelo BS 211 de Daca a Katmandú no logró descender sobre la pista durante la maniobra de aterrizaje y cayó en un campo de fútbol próximo al aeropuerto, tras lo cual estalló en llamas.
De las 71 personas que viajaban a bordo del avión fallecieron 51 y resultaron heridas 20.
Las pistas de aterrizaje en Nepal se consideran unas de las más peligrosas incluso para los pilotos experimentados, debido a las montañas que rodean el aeropuerto internacional.