"Los enfrentamientos políticos pueden convertirse en una guerra civil con graves consecuencias, cuya responsabilidad recaerá sobre EEUU y sus aliados", dijo el senador ante las cámaras del canal de televisión Rossiya 24.
Kosachov subrayó que Washington se inmiscuye de manera flagrante en la política interna de Venezuela en franca violación del derecho internacional.
"EEUU no quedaría impune ante estos hechos si otros países no le apoyasen", destacó.
Si esta lealtad no se expresa de un modo exhaustivo, estos países podrían recibir una nueva "marca negra", alegó, en referencia a la advertencia que recibiera el personaje de la Isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson.
El legislador indicó que las autoridades de Venezuela no han solicitado ayuda a Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU a raíz de la injerencia externa.
"Hasta donde sé, no hemos recibido ninguna solicitud de Venezuela al respecto", indicó, al señalar que la reacción de Rusia debe tener lugar solo tras el correspondiente pedido de Caracas.
El senador alegó que cualquier solución "será vetada o por una o por otra parte y todo esto tendrá sobre todo un carácter propagandístico".
El político ruso no descartó que EEUU presente una iniciativa de condena internacional a Venezuela.
Venezuela entró en una nueva espiral de tensión a partir del 10 de enero, cuando el presidente Nicolás Maduro asumió su nuevo mandato hasta el año 2025.
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Saliendo al paso de aquellos que cuestionan la legitimidad de su investidura, Maduro alega que ganó las elecciones del 20 de mayo de 2018 con todas las garantías de un proceso electoral.
Maduro calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
En la tarde del 23 de enero, el presidente Maduro anunció la ruptura de las relaciones con EEUU y ordenó la expulsión de los diplomáticos estadounidenses.
El secretario de Estado Mike Pompeo, sin embargo, reiteró que EEUU no reconoce al gobierno de Maduro y no considera que tenga la autoridad legal para romper relaciones diplomáticas con EEUU o declarar a sus diplomáticos personas no gratas.