"No me paré ni una sola vez, fue arriesgado, solo tres o cuatro veces ralenticé el paso para beber y debí dejar un hueco pequeño en la mascarilla para acertar directamente en la boca", dijo Venturini a Sputnik.
Según el policía, en el kilómetro 33 de la ruta sintió que algo le molestaba y cuando llegó a la meta se dio cuenta que una de las capas de ropa que llevaba (en total eran seis) estaba cubierta de hielo. Unos turistas chinos no podían creer que llevaba tan poca ropa cuando lo vieron.
A challenge that seemed impossible: at —52°C #PaoloVenturini ran a distance of 39 km from #Tomtor to #Oymyaon, in the coldest place on Earth. Congratulations! #MonsterFrozen #UltraRunning pic.twitter.com/JnrNxOoa2J
— Enel Green Power (@enelgreenpower) January 21, 2019
El deportista extremo recorrió la distancia seguido por un camión del departamento local del Ministerio de Emergencias.
Al principio Venturini no excluyó la posibilidad de tener que hacer uso del camión para calentarse y mudarse de ropa, aunque finalmente no fue necesario, porque la temperatura era más alta de lo esperado.
Vedete quella figurina scura in basso a destra nella foto? E' l'italiano Paolo Venturini, sovrintendente della Polizia di Stato e atleta del Gruppo Sportivo Fiamme Oro, mentre corre in Siberia. L'atleta ha percorso 39 chilometri di corsa a —52,6° #correre 👍un grande 👏 pic.twitter.com/EOVCqDlhMk
— Dimitriy De Angelis (@Dimitriydeang) January 21, 2019
#MonsterFrozen Paolo Venturini compie l'impresa: 39km nel gelo siberiano a —52°https://t.co/AOGam9lzdZ#Venturini #ultramaratona pic.twitter.com/LpWOoSCGNs
— Correre (@correremagazine) January 21, 2019
El italiano de Padua, con una experiencia adquirida en más de 20 maratones, reveló que preparar este reto le llevó casi un año.
Antes de ir a Yakutia, el italiano dijo a un corresponsal de Sputnik que contaba con cubrir la ruta de la localidad de Tomtor a la localidad de Oimiakón en cuatro o cinco horas, pero el 20 de enero logró hacerlo en tres horas y 55 minutos.
"Todo salió así como queríamos, fue muy difícil", compartió sus impresiones, "sigo sin voz porque el aire gélido entró en los pulmones pese a que llevaba puesta una mascarilla, además de tener los ojos irritados porque no tenía gafas".
Venturini quedó sorprendido por la atención de las autoridades de Yakutia y la cordialidad de los habitantes.
"Después del maratón organizaron una fiesta, con trajes folclóricos y música, pero necesité una hora para pasar los análisis y recuperarme", añadió.
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El deportista está convencido de que el hombre no conoce de límites en sus capacidades, por lo que puede superarse con preparación, motivación y tecnología.