"Son muchos kilómetros de las tuberías ya tendidas por el fondo marítimo" por lo que "el Gobierno federal no intervendrá en ese proceso porque no dispone de derechos legales para ello", dijo al periódico Handelsblatt.
EEUU se pronuncia en contra de este proyecto, en relación con eso el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que su homólogo estadounidense, Donald Trump, defiende los intereses de los empresarios de su país que planean suministrar gas licuado a Europa.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo en numerosas ocasiones que Berlín percibe este proyecto como comercial, pero al mismo tiempo vincula su implementación con el mantenimiento del tránsito de gas ruso por el territorio ucraniano.
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Rusia por su parte explicó varias veces que se trata de un proyecto puramente comercial y competitivo, que no supone el fin del tránsito del gas ruso a la UE a través de Ucrania.
