"El secretario general supo con tristeza de la explosión mortal", ocurrida la noche del 18 de enero en un oleoducto en el central estado mexicano de Hidalgo, "ofrece sus condolencias a las familias de los fallecidos en este trágico acontecimiento y expresa su solidaridad con el pueblo y el Gobierno de México", dijo Dujarric en un comunicado.
Un grupo de unos 800 pobladores de la localidad de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, rebasaron la capacidad de control de una fuerza de 25 militares, la noche del 18 de enero, cuando intentaron cuidar una toma clandestina en un oleoducto, antes de que explotara, en esa localidad rural, dijo el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval.
El ducto, que transporta combustible de alto octanaje, fue perforado por ladrones de combustible y saltó una fuente de hasta siete metros de altitud, adonde llegaron "entre 600 y 800 pobladores", que los militares intentaron alejar "por la peligrosidad que representaba, trató de persuadirlos", según el parte militar.
Fotos: La mortal explosión de un ducto de Pemex, en imágenes
Pero los habitantes "hicieron caso omiso, algunos se tornaron un poco agresivos; y al verse rebasados por la cantidad de gente que llegaba con sus recipientes para llenarlos de combustible, (el oficial) fue obligado a retirarse a un costado, sin retirarse del área", relató el titular de la Defensa Nacional en conferencia de prensa.
La tubería va del Puerto de Tuxpan, Veracruz, en el golfo de México, a la refinería de Tula, en el estado de Hidalgo, para suministrar combustible al centro del país.