La tragedia tuvo lugar en el sitio de una toma clandestina en el ducto donde decenas de personas estaban robando combustible. En un comunicado, la compañía petrolera estatal Pemex afirma que la explosión fue causada por los grifos ilegales en el oleoducto. Las autoridades pidieron a la comunidad que no robe la gasolina.
Según testigos, se oían "gritos de angustia, de miedo de pobladores de Tlahuelilpan, Hidalgo, que buscan desesperados entre el fuego a sus familiares tras la explosión de una toma clandestina de Pemex. Hay decenas de heridos. El Ejército está en el lugar".
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Las gasolineras de varios estados mexicanos y la capital del país llevan casi dos semanas sin funcionar. La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador cerró varios oleoductos clave en un esfuerzo por tomar medidas enérgicas contra el robo de combustible, que le costó al país unos 3.000 millones de dólares el año pasado.