Por su parte, un corresponsal de Sputnik informó desde el lugar de los hechos que la policía usó gas lacrimógeno y un cañón de agua para dispersar a los manifestantes.
Francia vive desde mediados de noviembre una oleada de protestas de los llamados 'chalecos amarillos'.
Los manifestantes, que visten chalecos amarillos fluorescentes, protestaban en un principio por el alza en los precios de los combustibles y los impuestos relacionados, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales y políticas, incluyendo las exigencias de que el presidente galo, Emmanuel Macron, presente la renuncia.
Las manifestaciones han derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles, saqueos y otros hechos violentos.