"En lo que respecta a nuestras actividades en torno al Nord Stream, no creemos que sea un proyecto político, sino que es un proyecto que involucra a numerosas empresas, y no solo de Alemania", dijo Maas en una rueda de prensa conjunta con el canciller ucraniano, Pavló Klimkin.
EEUU se pronuncia en contra de este proyecto, en relación con eso el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que su homólogo estadounidense, Donald Trump, defiende los intereses de los empresarios de su país que planean suministrar gas licuado a Europa.
También Ucrania se opone al tendido de la tubería.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo en numerosas ocasiones que Berlín percibe este proyecto como comercial, pero al mismo tiempo vincula su implementación con el mantenimiento del tránsito de gas ruso por el territorio ucraniano.
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Rusia por su parte explicó varias veces que se trata de un proyecto puramente comercial y competitivo, que no supone el fin del tránsito del gas ruso a la Unión Europea a través de Ucrania.