El ministro confesó que dentro del Gobierno hay oposición al acuerdo climático, pero que "por ahora, la participación de Brasil se mantiene", afirmó en un encuentro con empresarios del sector inmobiliario en São Paulo, según recoge el portal de noticias UOL.
El ministro de Medio Ambiente no dio detalles sobre posibles cambios y resaltó que la prioridad del Gobierno es que el cumplimiento del acuerdo no sea un obstáculo para el progreso económico.
"Los objetivos de reducción de emisiones que Brasil y los otros países acordaron están bien; el problema es cómo interiorizas esos principios y esos valores en la legislación del país", aseguró, y añadió: "Nuestra única preocupación es si esta legislación restringe la libertad, la acción de los emprendedores y la gestión del territorio, estaremos muy atentos a eso".
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En una entrevista publicada la semana pasada por el diario O Globo, Salles aseguró que la lucha contra la deforestación y el cambio climático no son temas urgentes en su agenda, y que pretende priorizar la contaminación del aire y el agua y la gestión de residuos en las grandes ciudades, entre otros aspectos.
También subrayó que en el pasado Brasil avanzó mucho en la protección de la Amazonia y la lucha contra el cambio climático, por lo que la comunidad internacional debe agradecer el esfuerzo y compensar al país por ello.