"Es una creciente crisis de seguridad", dijo Trump en un discurso televisado a la nación.
"Todos los estadounidenses sufren por la inmigración irregular", agregó el mandatario.
En su opinión, miles de personas pueden morir a causa de la delincuencia que va ligada a la inmigración y cuyo blanco son los inmigrantes y los propios norteamericanos.
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Trump citó varios casos de crueles asesinatos cometidos por inmigrantes irregulares y destacó que Estados Unidos puede sentir orgullo por acoger a inmigrantes legales.
Cierre del Gobierno federal
El presidente de EEUU declaró que confía en que el 'shutdown' o cierre parcial del Gobierno federal termine después de que se reúna con los líderes del Congreso el 9 de enero.
El presidente comentó que está dispuesto a hacer concesiones a los demócratas y ya no insiste en que el muro (en la frontera con México) sea obligatoriamente de hormigón: podría ser también de acero.
"La muralla cubrirá muy rápido los gastos en su construcción: el precio de la droga ilegal (que entra en EEUU) supera los 500.000 millones de dólares anuales, que es mucho más de los 5.700 millones que pedimos al Congreso (para levantar el muro), y además, el muro sería pagado indirectamente mediante el nuevo acuerdo comercial que firmamos con México", dijo Trump.
En un proyecto de resolución presentado ante el Congreso, que habilita los fondos para el Ejecutivo hasta el 8 de febrero, la administración Trump añadió una enmienda que prevé una partida de más de 5.000 millones de dólares para construir una muralla en la frontera con México destinada a frenar el ingreso de indocumentados.
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La construcción de la valla en la frontera sur fue una de las principales promesas de campaña de Trump.
En los últimos días, los demócratas y el Gobierno han mantenido reuniones para negociar el fin del cierre federal, pero los legisladores opositores dijeron estar dispuestos a aprobar solo 2.000 millones de dólares para el financiamiento de la seguridad fronteriza.
