La del premier israelí es la primera visita oficial de un jefe de Estado de ese origen a la potencia regional. Y que haya sido el primero de los invitados en llegar a Brasil demuestra la expectativa que ambos líderes tienen por los vínculos futuros. De hecho apenas arribado a Brasilia se reunió con el presidente electo.
"Israel quiere ser socio de Brasil en el proyecto que quiere iniciar su nuevo presidente y entendemos que podemos cooperar en áreas como defensa, economía, empleo, seguridad, agua, agropecuaria, industria y en todas las áreas del dominio humano", dijo Netanyahu al terminar el encuentro.
Y Bolsonaro fue un poco más allá todavía: "Más que una asociación, queremos ser hermanos en el futuro, en áreas como economía y tecnología, y en todo lo que pueda traer beneficios para los dos países".
A nivel global ya se habla de un nuevo eje Trump-Netanyahu-Bolsonaro. Por ejemplo el nuevo presidente brasileño hizo campaña asegurando que entre sus primeras medidas estaría la de mudar la embajada desde Tel Aviv a Jerusalén, alineándose con la decisión de Estados Unidos, que hasta el momento solo ha conseguido el respaldo de Guatemala.
Pero este anuncio ya le generó problemas antes de asumir desde países concretos, como Egipto que suspendió una serie de reuniones previstas con las nuevas autoridades, y de la comunidad árabe internacional en general.
En este sentido, el experto advirtió que el mandatario entrante "ya ha modulado un poco el tema al valorar lo que pueda ser un acercamiento más profundo con Israel", lo cual se evidenció en sus declaraciones más recientes sobre el traslado de la embajada cuando dijo que "la voy a trasladar pero no sé cuándo". Por eso Pfeifer consideró que deberá darse "un choque de realidad y de pragmatismo" para poder "mantener las buenas relaciones comerciales".