En general, el nivel de precios del petróleo no es tan importante para las empresas rusas como para las de varios países que firmaron el acuerdo del grupo OPEP+. En comparación con estos Estados, a Rusia le ayudan el bajo coste de extracción del petróleo y el tipo de cambio bastante débil [la disminución de la tasa de cambio contribuye al aumento de las exportaciones].
"Por otra parte, el bajo precio crea desafíos adicionales para la economía y para el presupuesto. El brusco desplome podría repercutir […] en el crecimiento de la inflación, contribuir a la aparición de la incertidumbre en la economía y dificultar la planificación", destacó Nóvak en una entrevista para el periódico ruso Kommersant.
Los precios del petróleo disminuyeron el 24 de diciembre un 5%. El valor de contratos de futuros del Brent para marzo de 2019 disminuyó un 5,7%, hasta situarse en los 50,72 dólares por barril. Su precio no había caído a este nivel desde el 13 de julio de 2017.
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De esta manera, los inversores reaccionaron al desplome en los mercados de valores globales y a la situación relacionada con el presupuesto de EEUU. El 22 de diciembre, el Gobierno de Trump paró parcialmente su trabajo porque el Congreso no logró ponerse de acuerdo acerca del nuevo presupuesto.
Los analistas de la empresa JBC Energy dudan acerca de la eficacia del plan de la OPEP+, dirigido a equilibrar el mercado petrolero. Ellos estiman que, en la primera parte del 2019, las extracciones de petróleo de la OPEP superarán en 760.000 barriles diarios la producción registrada en el mismo periodo de 2018.
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