La política contradice la Constitución pacifista del país asiático y amenaza con empeorar las relaciones con Pekín, destaca el canal.
En los próximos cinco años, Japón gastará un total de 211.000 millones de euros en defensa, lo que es casi un 13% más que durante los últimos cinco años.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Japón cambió su política de defensa introduciendo por primera vez sistemas de armas que que también pueden utilizarse para ataques. Así, tendrá a su disposición su primer portaviones y 18 bombarderos sigilosos de producción estadounidense.
Japón está respondiendo así a la presión de su único socio en materia de seguridad, Estados Unidos. El presidente Donald Trump exige un compromiso más fuerte de Japón con la OTAN y lo obliga comprar armas estadounidenses.
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Mientras tanto, Pekín ya ha expresado su descontento con las nuevas ideas de Tokio sobre la defensa.
"Japón sigue cantando la vieja canción y hace comentarios desconsiderados y falsas acusaciones sobre las actividades normales de defensa de China", comentó la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín, Hua Chunying.
El artículo publicado por Das Erste concluye advirtiendo que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, está arriesgando su acercamiento recién comenzado con China. En octubre se produjo la primera visita de un jefe de Gobierno japonés a Pekín en siete años.