Con la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero de 2017, este proceso ha ido en picada y a cuatro años del intento de restablecimiento "queda poco para celebrar", aseguró a Sputnik el politólogo cubano Arturo López-Levy, catedrático de la Universidad Gustavus Adolphus College de Minnesota.
"Es verdaderamente lastimoso que se haya puesto de nuevo la relación bilateral en un camino tan contencioso. Creo que hoy es muy difícil culpar a otro que no sea la Administración Trump", aseguró López-Levy.
Según contó el catedrático, por primera vez desde 1995 están en peligro los Acuerdos migratorios firmados entre ambos países, en donde las partes se comprometieron a tomar medidas para impedir las salidas peligrosas de Cuba, que pudieran significar un riesgo de pérdidas de vidas humanas.
"Eso es un mal augurio porque anuncia posibles vías irregulares y riesgosas para la migración de cubanos a EEUU, que hoy emigran a este país con las mismas condiciones que cualquier otro migrante latinoamericano. Esto no está en el interés de nadie", comentó.
A pesar del interés del gobierno cubano en aclarar esta situación, Washington se mantiene con el dedo acusador. A juicio de López-Levy esto responde a la instalación en la Casa Blanca de algunos personajes, como es el caso de Mauricio Claver-Carone, director de Asuntos del hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
"Desde la rama ejecutiva de Estados Unidos se ha ido consolidando un equipo donde la racionalidad en la política hacia Cuba brilla por su ausencia, que comparte un visión de política arrogante, imperial, y asociada en experiencia a los grupos en Miami comprometidos con un curso contencioso hacia la Isla", advirtió el profesor.
También mencionó al asesor de seguridad estadounidense, John Bolton, que en su discurso en la Torre de la Libertad de Miami este primero de noviembre amenazó con sanciones a los Gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a quienes apodó como "la troika de la tiranía latinoamericana".
Además, recordó que Bolton acumula un largo historial junto al fallecido senador Jesse Helms, un ultraconservador, que rechazó el fin de la segregación racial en Estados Unidos e impulsó la ley Helms-Burton en 1996 que amplió el embargo a Cuba.
Desde el Congreso, sin embargo, el panorama es más variado. Según López-Levy es muy probable que Trump firme la Ley de agricultura que abre una puerta a la cooperación en el área agrícola entre Cuba y Estados Unidos, y es probable que la Cámara comience un proceso de fiscalización en los llamados programas de cambio de régimen hacia Cuba.
"Hay múltiples evidencias de que cada vez que el Congreso ha investigado el gasto del dinero en esos programas, se ha detectado malgasto y acciones que son incluso contradictorias con los valores de los Estados Unidos. De ahí que sea posible que el Congreso valore qué está sucediendo en Radio Televisión Martí donde, con dinero de los contribuyentes estadounidenses se lanzó un ataque a todas luces antisemita contra el multimillonario empresario George Soros, de origen judío".
"No obstante, hay una dinámica de deterioro que, si no se hace nada, podría llegar a instalarse. Por eso, este aniversario debe ser un llamado al raciocinio, a la lectura de la historia y a la idea de retomar el camino que se ha pretendido abandonar ", aseguró López-Levy.
Ante la pregunta de algún acercamiento probable, el catedrático confesó que el panorama es muy pesimista: "Yo creo que antes del 2020 es muy difícil".
Según explicó, el círculo anticubano de la Casa Blanca hoy discute habilitar el capítulo tres de la Ley Helms Burton, congelado por más de 20 años, según el cual cualquier compañía no estadounidense que tiene tratos con Cuba puede ser sometida a represalias legales. Esto significa que compañías internacionales deben elegir entre comerciar con Cuba o con los Estados Unidos, un mercado mucho mayor.
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En el pasado, esto desató problemas entre Washington y terceros países. De ahí que si queda una esperanza, está en la posible reacción de otras naciones a este ajuste de tuerca.
"Hoy la Unión Europea y su proyecto de relación con Cuba es diferente al que existía cuando se aprobó esta ley. También la posición de Rusia es mucho más asertiva, con un gran poder y sin disposición para acatar las presiones de Estados Unidos, mientras las relaciones de China y Canadá con la Isla también son muy diferentes a la de los años 90, cuando se pusieron en práctica algunas ideas asociadas a esta normativa", concluyó.