"Hasta finales de julio del 2018 solamente se emitieron 3.195 visas, lo que hace muy poco probable que cuando transcurran los últimos dos meses del año fiscal Estados Unidos se haya acercado a la meta de 20.000 visas para inmigrantes cubanos que no tienen familiares cercanos en Estados Unidos", precisa el informe.
Desde el comienzo del año fiscal, Estados Unidos no ha aceptado solicitudes ni procesado las ya presentadas por los cubanos solicitantes de refugio en Estados Unidos, según el informe.
Aproximadamente dos terceras partes de los diplomáticos estadounidenses en La Habana fueron retirados el año pasado, después de alegar supuestos daños de salud de origen desconocido, situación que agravó el cumplimiento de los compromisos consulares de EEUU en la isla.
Según el informe del Departamento de Estado estadounidense, "casi todo el procesamiento de visas en La Habana está suspendido", expresa el informe, y el procesamiento de visas de inmigrante para los cubanos funciona "a una capacidad mucho más reducida".
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Actualmente los cubanos interesados en viajar a EEUU deben tramitar sus visados en la embajada de esa nación en Georgetown, Guyana, 3.159 kilómetros al este de esta isla.
El documento que será presentado al Congreso de EEUU reconoce que en el año fiscal 2016, las autoridades estadounidenses interceptaron 5.651 cubanos en el mar, y esa cifra cayó a 1.606 en el 2017.
Hasta el 14 de agosto de 2018, solo 200 cubanos que intentaban llegar ilegalmente a EEUU fueron recogidos en el mar por las autoridades estadounidenses.
El informe precisa además que si esas personas tienen un temor creíble a la persecución en caso de que los devuelvan, por lo general se las traslada a la Base Naval de Guantánamo, ocupada por EEUU en suelo cubano, para su procesamiento donde, según los acuerdos de inmigración, pueden ser deportadas a Cuba.
La migración de cubanos a Estados Unidos cayó significativamente desde la reducción de personal en la embajada y desde que Washington eliminó el trato preferencial en enero de 2017, al poner fin a la política de "pies secos, pies mojados", que daba preferencias migratorias a los cubanos que lograran arribar a suelo estadounidense por cualquier vía.
