Según el consenso logrado por el Gobierno británico y la UE, a falta de un mejor acuerdo, Irlanda del Norte se convertirá en un territorio especial que forma parte de los territorios aduaneros tanto del Reino Unido como de la UE.
"Según la UE, el uso del mecanismo denominado 'backstop' respecto a Irlanda del Norte, no debería ser una solución a largo plazo, sino temporal", declaró Kurz en la cumbre de los líderes de la UE en Bruselas.
El canciller austriaco afirmó que el acuerdo del Brexit no se puede renegociar.
También, advirtió que un Brexit duro perjudicará principalmente al Reino Unido, "por lo tanto, sería aconsejable apoyar el acuerdo logrado por la UE y el Reino Unido".
Esta semana la primera ministra británica, Theresa May, ganó la moción de confianza de los tories con 200 votos a favor y 117 en contra.
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Los conservadores iniciaron la moción interna de confianza después de que la primera ministra aplazara la votación en el Parlamento sobre el Brexit, prevista para el 11 de diciembre, por la preocupación de que no fuera aprobado.
Bruselas, a su vez, insiste en que el pacto logrado es el mejor y el único posible y no se puede renegociar.
La solución acordada a la cuestión irlandesa, la llamada 'backstop' o la garantía de futuro para evitar controles aduaneros y una frontera física en la isla, son los principales puntos de repulsa del plan gubernamental.
