"Después de las diversas caravanas que estuvieron entrando por Hidalgo, frontera con Guatemala en el sur, se llegó a tener del orden de unas 10.000 personas en varias caravanas", dijo el nuevo comisionado presidente del organismo federal en conferencia de prensa.
"Inclusive esas cifras ya no son exactas porque un elemento clave en todos estos movimientos poblacionales en las migraciones es normal, es que haya mucho dinamismo, haya algunos cambios", argumentó Ramírez al ofrecer el balance.
De esa cantidad, ya se anotaron unas 1.900 personas, con credencial de registro, mientras avanza un censo para tener una cifra más precisa, "pero siempre hay que tener claridad de que hay cambios, que este es un proceso dinámico y evolutivo", advirtió.
De esa población, distintas instituciones de ayuda atienden a unas 2.500 centroamericanos en el albergue de Tijuana, llamado "El Barretal"; mientras que otras 600 personas están ubicadas en otros alojamientos temporarios de esa ciudad.
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Las autoridades estiman que puede haber todavía otras 300 personas afuera del albergue "Benito Juárez"; y que hay "un estimado de 1.200 personas todavía en Mexicali".
De todas estas personas, más o menos 3.700 solicitaron el estatuto de refugiado quienes "fueron admitidas", desde que entraron por el sur del país en Tapachula, Chiapas, en la frontera con Guatemala, de las cuales 571 han solicitado la condición de refugiado entre Mexicali y Tijuana.
Estas personas han sido admitidas para la solicitud de condición de refugiado, y próximamente comenzará el proceso de entrevistas para establecer la "elegibilidad de esas personas para ver cuántas de ellas quedan reconocidas con el estatus de refugiado en México", informó Ramírez.

El Gobierno de Baja California solicitó al presidente López Obrador "que genere un programa permanente, no solamente para atención de esta caravana, de manera específica de hondureños, sino también a este tipo de migración, que va a seguir estando presente", dijo el Gobierno provincial del gobernador Francisco Vega de Lamadrid.
Tijuana ha sido receptor de los migrantes a partir del día 11 de noviembre pasado, una ciudad que se ha forjado en base a la migración; sin embargo, "no estamos listos para poder recibir una cantidad de personas migrantes como la que se dio con la caravana", dijo el alcalde Juan Manuel Gastélum.
Las autoridades locales solicitaron "ayuda humanitaria", tanto al Gobierno federal, como a los organismos internacionales, "ante la imposibilidad económica y de recursos humanos de poder salir adelante con este fenómeno de migración".
El nuevo Gobierno federal considera crear una nueva coordinación para ofrecer la atención humanitaria prometida por López Obrador.