El Departamento de Estado de Estados Unidos declaró poco antes que las fuerzas aliadas del Gobierno sirio usaron probablemente gases lacrimógenos en noviembre contra civiles en Alepo.
"Rusia dispone de pruebas irrefutables de que los terroristas usaron el 24 de noviembre de 2018 en Alepo municiones con sustancias tóxicas contra los civiles", dice un comunicado del ente ruso.
Las "declaraciones histéricas" del Departamento de Estado, añade el ente, es un intento de presionar a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas para impedir una investigación imparcial.
Además, señala que los suministros de sustancias tóxicas a los terroristas y Cascos Blancos por parte de servicios secretos occidentales siempre coincidían con las advertencias de EEUU de que atacaría Siria con misiles en el caso de que Damasco use armas químicas.
Radio: Grupo terrorista Hayat Tahrir al Sham prepara nuevo ataque tóxico en ciudad siria de Idlib
Entre 73 y 107 personas, según diversas fuentes, fueron ingresadas en hospitales de Alepo con síntomas de asfixia después de que grupos armados lanzaran el pasado 24 de noviembre municiones químicas —proyectiles cargados con gas cloro, según la información preliminar— contra la zona residencial de Al Khalidiya.
La ONG Cascos Blancos, que ha tenido una gran notoriedad y un amplio apoyo de los países occidentales, afirma que su objetivo consiste en rescatar a la población civil en las zonas de conflicto, pero es acusada por las autoridades sirias de tener vínculos con grupos extremistas y hacer propaganda hostil.
El Ministerio de Exteriores de Rusia ha calificado los Cascos Blancos como un elemento más de la campaña de información destinada a difamar al Gobierno sirio.
Más: Rusia, Turquía e Irán piden a la OPAQ que investigue el uso de armas químicas en Siria
En particular, Moscú responsabilizó a ese grupo de la provocación en Guta Oriental, que dio a Occidente un pretexto para acusar a Damasco del uso de armas químicas y atacar instalaciones del Ejército sirio en abril pasado.