"A la fecha registramos un número de 180 personas afectadas, lo cual contrasta con las 56 de 2017, que significó en su momento un descenso sin precedentes en esta estadística", dijo a la emisora local RCN Radio Álvaro Jiménez, director de la CCCM.
Después de Afganistán, Colombia fue durante años el país con mayor número de víctimas por minas antipersonales, pero en 2017 descendió al puesto 14 tras reducir el número de afectados de manera significativa.
"Este año ha habido un mayor accionar de grupos como ELN (Ejército de Liberación Nacional, guerrilla), EPL (Ejército Popular de Liberación, banda criminal), el Clan del golfo (paramilitares), Autodefensas Gaitanistas (paramilitares), entre otros", señaló Jiménez.
Asimismo, explicó que a lo largo de 2018 "estos actores armados han tenido confrontaciones entre sí en zonas como el Catatumbo (nordeste) y Nariño (suroeste), lo que ha significado el aumento de víctimas de minas antipersonales".
Jiménez destacó que el Gobierno realiza labores de desminado en las regiones en las que operaban las FARC, hoy convertidas en partido político de izquierda tras la firma del Acuerdo de Paz en noviembre de 2016, pero no en otros territorios con alta presencia de grupos armados ilegales.
Por otra parte, el portavoz de CCCM señaló que durante las actividades de erradicación de cultivos ilícitos varios civiles han sido víctimas de minas antipersonales, por lo que hizo un llamado para que estos no sean empleados en dicha labor.
Según cifras de CCCM, en los últimos 10 años se han presentado 256 casos de este tipo, mientras que en lo que va de 2018 suman ocho las personas que accionaron de manera involuntaria minas antipersonales mientras desarrollaba labores de erradicación manual de cultivos ilícitos.
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