El presidente de Colombia, Iván Duque, prometió durante la campaña electoral del presente año que no subiría los impuestos.
Frente a tal propuesta tributaria, los movimientos populares protestaron y marcharon durante varios días. Los trabajadores, los estudiantes y los maestros escogieron la calle para hacer escuchar su voz de rechazo a la propuesta tributaria del Gobierno y salieron a ejercer su derecho a la legítima protesta social. El pueblo alzó su voz y valió la pena.
Gracias a sus reclamos y movilizaciones, los sectores populares lograron que el presidente Duque echara para atrás su propuesta de gravar con impuestos la canasta básica familiar. El mandatario colombiano redujo su propuesta tributaria a 7,5 billones de pesos —2.290 millones de dólares-.
De acuerdo con un estudio reciente realizado para el Banco de la República (Banco Central de Colombia) por Hernán Rincón y Martha Elena Delgado, los trabajadores colombianos pagan más impuestos que las empresas.
¡Vaya paradoja! Los obreros, cuya principal fuente de riqueza y herramienta de trabajo son sus escuálidos brazos, pagan más impuestos que los dueños de las fábricas en las que trabajan.
Debido a que su fin original era incrementar el Presupuesto General de la Nación a través de la reforma tributaria y los impuestos a la alimentación del pueblo humilde colombiano, por eso y por muchas cosas más, la 14 reforma tributaria de los últimos 28 años no debería de tener el nombre de ley de financiamiento, sino impuesto a la pobreza, impuesto a la comida, o lo que es peor, impuesto al hambre.
Radio: Colombia ante su 14° reforma tributaria de los últimos 28 años
En cuanto a la muy publicitada propuesta del presidente Iván Duque de poner a andar la economía naranja (o economía creativa, de la cultura), cabe aseverar que resultó ser más bien un asunto exótico para la mayoría de los colombianos. Es posible resumir lo curioso de la economía naranja de Duque en el buen sentido del humor del exrector de la Universidad Nacional de Colombia, Ignacio Mantilla. El profesor Mantilla hizo un chiste en su cuenta de Twitter por medio de una imagen con un texto jocoso, pero revelador.
Ya casi termino de entender la nueva Economía Naranja criolla del presidente Duque.
— Ignacio Mantilla Prada (@MantillaIgnacio) 1 ноября 2018 г.
Consiste en poner IVA a las naranjas criollas dulces y quitárselo a las naranjas Postobón. pic.twitter.com/3vkGCrljR8
La ironía del chiste del profesor Mantilla se entiende en plenitud si tenemos en cuenta que la empresa de refrescos es una compañía colombiana que forma parte de la organización del magnate e industrial Carlos Ardila Lülle, propietario también del Canal RCN y de RCN Radio. Es uno de los grupos económicos más poderosos del país.
La pregunta es: ¿hay que tener mucho dinero para estar exento del pago de impuestos en Colombia?
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK