En más de una ocasión, el presidente de Francia manifestó que su país se opondría a la firma de tratados comerciales con países que no observen el Acuerdo de París, el consenso internacional para reducir los gases de efecto invernadero y evitar que el aumento de la temperatura global no supere los 2ºC respecto de los niveles preindustriales.
Estas palabras del mandatario francés arrojan pocas esperanzas para que se concrete en un futuro cercano el trabajoso acuerdo entre el Mercosur y la UE, que parecían ver la luz luego de superar un largo estancamiento.
En diálogo con Sputnik, el historiador y politólogo argentino Patricio Gómez Talavera, la negativa de Macron es una "excusa", un "argumento lo suficientemente inexpugnable como para trancar definitivamente el acuerdo".
Los agricultores franceses, un grupo con capacidad de movilización, se han mostrado contrarios a la posibilidad de un tratado que podría obligarlos a competir con la producción del bloque sudamericano, lo cual explicaría los pocos bríos que París ha dado a las negociaciones en los últimos años, y particularmente en el contexto actual, el desinterés de la administración de Macron en avanzar en esa línea.
"Macron no está en el momento de hacer grandes apuestas programáticas que le puedan generar un costo político tal que tumbe el poco capital político que aún conserva. La protección a los agricultores franceses es una institución de la política francesa, jamás un político ha osado siquiera cuestionar los subsidios y la política de protección agrícola francesa", explicó el experto.
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Respecto al tratado Mercosur-UE, el experto consideró que "tampoco es que haga falta mucho para enterrar ese proyecto", pues "las cosas fundamentales que obstruyen el avance no se modifican".
"Hay que reconocerle a Macron que es coherente con una de las pocas promesas de campaña que todavía no rompió, que es el tratamiento y la exigencia de estándares iguales para industriales tanto de la ciudad como del campo, que sean franceses o no", indicó.
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Mientras tanto, en Brasil, Bolsonaro se ve favorecido por el discurso francés. En miras a las reformas que aplicará —y que él mismo calificó de "amargas"— a partir del 1 de enero de 2019, el próximo presidente, reforzar sus posturas nacionalistas podría darle beneficios.
"Entre los bienes de capital simbólico que va a necesitar para mantener fiel por lo menos a una parte central de su electorado es precisamente la retórica nacionalista que enhebró durante toda la campaña", apuntó Gómez Talavera.
Además, sin hacer referencia a Macron, el presidente entrante expresó en Twitter que sujetar el "territorio, las leyes y la soberanía" de Brasil "a los planteos de otras naciones está fuera de consideración".
"Es legítimo que los países del mundo defiendan sus intereses y estaremos dispuestos siempre a dialogar, pero defenderemos los intereses de Brasil y de los brasileños", resaltó el futuro inquilino del Palacio de Planalto.
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No obstante, el presidente argentino y anfitrión de la cumbre del G20, Mauricio Macri, afirmó que Bolsonaro "quiere avanzar en este acuerdo UE-Mercosur", según le manifestó, pero que "necesita ver dónde está y tomar su posición".
Gómez Talavera resaltó que Macri "es un gran defensor del acuerdo" y, en general, del libre comercio, pero su postura no hace ecos en el contexto actual.
"Por más énfasis y por más dedicación al credo que Macri le ponga, necesita feligresía para llevarlo adelante. Y los creyentes del libre comercio y del libre cambio están afrontando una época mala, en el sentido de que están nadando en una época donde los liderazgos cuestionan esa noción y que defienden naciones más proteccionistas", valoró el experto.
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En ese sentido, valoró que esta reunión del G20 es "la primera de la historia que no logró condenar el proteccionismo", palabras que se habían transformado en "un clásico de todas las conferencias". Por eso, la prédica de Macri no encontró "un sustento práctico, más que adhesiones teóricas".