"Según datos de la alcaldía de París, la factura por destrozos será de 3 a 4 millones de euros", informó.
La acción de los "chalecos amarillos" que protestan, en particular, contra la subida de los precios de combustibles, se acompañó de choques con la policía, destrozos en tiendas y bancos y autos quemados.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, censuró decididamente la violencia, dijo que los culpables serán detenidos y enjuiciados.
En el centro de los desórdenes se vio el Arco del Triunfo, la muchedumbre dejó allí numerosas inscripciones, incluidas exigencias de destitución de Macron.
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Según el presidente del Centro de los Monumentos Nacionales, Philippe Bélaval, citado por Le Figaro, los vándalos dañaron salas del museo del Arco del Triunfo, en particular destruyeron algunas estatuas, el museo se cerró para el público.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, propuso coordinar mejor las actividades entre las autoridades capitalinas y el Ministerio del Interior con el fin de prevenir los disturbios.
"Durante una charla constructiva de esta mañana con [el primer ministro] Edouard Philippe, insté a establecer una más amplia coordinación entre el Ministerio del Interior y las personalidades oficiales de París para prevenir al máximo la violencia y las destrucciones", escribió Hidalgo en Twitter.