El 52% de los entrevistados dicen que Francia ya acoge a "demasiados extranjeros", y otro 27%, que a "suficientes". El semanario señala que, por deducción, nuevos inmigrantes resultan indeseables para el 79% de la población.
Por lo que respecta a los motivos del rechazo, el 77% de los encuestados temen que una política demasiado hospitalaria atraiga más extranjeros; el 71% consideran que la mano de obra foránea contribuiría a bajadas salariales; y el 60% señalan que la diferencia en los "valores" implica problemas de convivencia.
Dos tercios de los franceses piensan que la inmigración tiene un efecto negativo en la seguridad. Para el 53%, no hace sino maximizar el riesgo terrorista.
Además, siete de cada entrevistados creen que Francia ya no puede darse el lujo de recibir a los inmigrantes: el 64% perciben como negativo el impacto de la inmigración en las cuentas públicas.