"Un carácter plurinacional y multilingüe de Rusia es una característica clave de nuestro país. Cerca de 200 nacionalidades viven en Rusia, más de 100 de ellas son indígenas. Desde Kaliningrado hasta Chukotka todavía viven y conservan su cultura y lenguas las etnias que se mencionan en las primeras crónicas rusas antiguas de principios del siglo XII", reveló Bárinov a Izvestia al comentar la renovada estrategia de la política nacional de Rusia.
Por ejemplo, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, es tuvano, un pueblo nómada túrquico que practica el chamanismo y fue mencionado en las crónicas de la dinastía Tang (618-907) de China.
El padre del canciller, Serguéi Lavrov, era armenio. El padre del asesor del presidente ruso para Ucrania, Vladislav Surkov, es checheno.
Portales rusos a veces describen al alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, como mansi o vogul, un pueblo indígena de la región autónoma de Janty-Mansi. Sin embargo, el mismo Sobianin lo refuta, asegurando que sus antepasados eran cosacos que fueron enviados a realizar trabajos forzados a Siberia.
"Al conservarse la doble tarea principal, fortalecer la unidad del pueblo multinacional de Rusia y apoyar la diversidad étnica y cultural, la atención se centra en la identidad de la civilización rusa, en su papel basado en el elemento dominante cultural ruso, portado no solo por los rusos étnicos, sino también por todos los pueblos que habitan en Rusia", postuló Bárinov.