La jueza del distrito este de Virginia, Leonie Brinkema, decidió retomar la audiencia la semana próxima y pidió a la parte demandante, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) que para entonces presente al menos un caso en el cual el Gobierno fuera obligado a divulgar los cargos antes de efectuar un arresto, indicó el medio Gateway Pundit.
Entonces el CPJ presentó una demanda para acceder a una denuncia penal, a un auto de procesamiento o a cualquier otro documento donde se formularan las acusaciones contra Assange.
La jueza sostuvo que "este es por lo menos un caso interesante" y leyó en voz alta en la corte el documento erróneamente divulgado.
"Creo que esas pocas palabras finales, el hecho de que Assange ha sido imputado, son las que nos traen hoy aquí", añadió la jueza.
Brinkema añadió que el Gobierno debería admitir que Assange está bajo investigación, ante lo cual la fiscalía argumentó que existe una investigación a WikiLeaks y a sus informantes, pero que nunca se ha sostenido públicamente que Assange esté siendo investigado.
Los fiscales y del Departamento de Estado argumentaron que la prensa y el público no tienen derecho a conocer cuáles son los cargos y que aceptarían entregar más información en un ámbito reservado, si es que antes Assange es imputado formalmente.
Los abogados del CPJ alegaron que ya estaba suficientemente claro que Assange estaba bajo investigación debido a reiteradas declaraciones de altos cargos, como el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el vicepresidente Mike Pence, por lo que la errónea divulgación del documento no hizo más que confirmar lo que se sabía.
Si el presunto imputado ya sabe que está siendo investigado, ¿cuál es el sentido de mantener en reserva la imputación?, reclamó el CPJ.
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La jueza admitió que el público tiene derecho a conocer los cargos contra Assange, pero observó que nada indica que tal derecho deba honrarse antes de que se realice el arresto del sospechoso.
Assange llegó en junio de 2012 a la embajada ecuatoriana en Londres, huyendo de acusaciones de las autoridades suecas por cargos de delitos sexuales que el australiano negó.
Aunque Suecia retiró los cargos en 2017, Assange todavía no ha dejado la embajada, alegando que podría ser extraditado a EEUU, porque tiene una orden de captura del Reino Unido por haber violado las condiciones de su libertad bajo fianza.