"Será un acuerdo en nuestro interés nacional, que funcionará para todo el país y todas nuestras gentes, aunque hayan votado 'marchar' o 'permanecer'", declara la jefa del Gobierno británico en una carta abierta al electorado y otros residentes en Reino Unido.
"Quiero que sea un momento de renovación y reconciliación para todo el país", añade en referencia al momento de la marcha, en marzo de 2019.
Las críticas a los acuerdos y al contenido de la carta están surgiendo desde ambos bandos de la grieta abierta por el Brexit, que May no ha conseguido cerrar en los 18 meses de negociaciones con Bruselas.
"No lo digo a la ligera pero no hay apenas nada cierto en esta carta desesperada, es un mal acuerdo", denunció la jefa del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, que defiende la adhesión a las instituciones comunitarias.
Más aquí: El nacionalismo escocés se plantea la independencia a través del Brexit
El ex líder conservador y 'brexitero' duro, Iain Duncan Smith, repudió el pacto que, según dijo en la cadena Sky, "cede demasiado control" a Bruselas y deja a Gibraltar "abandonado" a partir del periodo de transición.
En su misiva al pueblo británico, la primera ministra reconoce la cuesta que le falta por recorrer hasta la "votación significativa" en Westminster, prevista en las próximas semanas.
"Haré campaña con mi corazón y mi alma para ganar el voto", escribe.
La aritmética en la Cámara Baja, en el momento actual, apunta a la derrota del plan gubernamental del Brexit.
Además: Manifestantes en Londres exigen un segundo referéndum sobre el Brexit (vídeo)
Tampoco hay confianza de alcanzar la mayoría parlamentaria en ninguna de las alternativas propuestas: salir sin acuerdo, elecciones anticipadas y renegociación con Bruselas, permitir un segundo "voto popular" sobre la relación con la UE.